En 2010, me convocaron a dirigir una de las radios del Arzobispado de Buenos Aires.
Con 21 años y sin haber terminado mi recorrido académico, decidí que ese proyecto reunía todas las condiciones que necesitaba para comenzar
cambios sociales que me propuse en la adolescencia. Se tenía que sostener todo el proyecto de la radio autogestivamente. Y comenzamos a hacer
propuestas a colegios y terciarios para recibir jóvenes que necesiten un espacio para el desarrollo de la profesión, asumiendo como política que
estos espacios podían ser profesionales y a la vez un lugar que les permita adquirir conocimientos de la práctica radial, siempre respetando
los tiempos y asumiendo como parte del proyecto el compromiso comunitario. En este tiempo, fue muy importante la participación de Mario Cervi,
Marco Rusjan, Joaquín Costa y Valeria Arlanti.